Alicia Barreto Jaime

Las ideas creativas comienzan en nuestra mente, nuestra imaginación; sin embargo, para hacerlas tangibles, hay que escribirlas. No importa que estés en el camión, en el parque o en el baño. Lleva contigo pluma o lápiz y un papel para que no olvides todos esos pensamientos que maquilas a lo largo del día.

Si por lo general pasas más tiempo en la computadora, de igual forma cuentas con muchas herramientas para escribir: desde pequeñas frases en las redes sociales hasta un blog personal público o privado. Aprovecha todos los recursos para expresarte libremente. Mientras más hagas este ejercicio, más seguridad sentirás en cuanto al desarrollo de ideas, así que... ¡nada de sentirse mal si de repente éstas no fluyen!

Escribe todo como vaya saliendo. Después podrás hacer las modificaciones adecuadas para tu cuento, poema, reflexión, guión...

Todo sirve.

Cuando de plano la inspiración parezca lejana, considera todos aquellos factores que te hagan sentir. Puede ser una canción, la frase de un personaje célebre, una película, un libro...alguno de éstos puede funcionar.

¡Adelante!

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